(foeniculum vulgare)
El aceite esencial de esta familiar planta aromática nos trae relevantes beneficios. Me encanta encontrarla a menudo en mis paseos por la naturaleza.
Antiespasmódico y analgésico,
emenagogo (ayuda a regular la regla), tónico nervioso y respiratorio, beneficia la producción de leche materna. Es Digestivo, carminativo, trata la retención de agua, la hinchazón de vientre y los trastornos digestivos.
Interesante ante la primera regla, dolores de regla y en la premenopausia y menopausia por su acción estrógeno mimética.
En la parte emocional refuerza la capacidad de aceptación de nosotros mismos y a reconocer nuestros miedos.
Para digestiones difíciles o flatulencias podemos aplicar 2 gotas de aceite esencial diluidos en 10 gotas de aceite vegetal y masajear en el abdomen.
A mi me encanta también incluirlo en mi sinergia anti celulitis por su acción lipolítica y diurética acompañado de su agradable aroma dulzón.
No se recomienda durante el embarazo, no de forma prolongada en casos de cáncer hormono-dependiente. Atención de no confundir con el hinojo amargo.