(lavandula burnatii)
Aunque los solemos confundir a menudo con la lavanda, el lavandín nace del cruce de la lavanda con el espliego macho, y es una planta que hemos domesticado y que obtenemos clonando. Encontramos 3 tipos de clon: super, grosso y abrial. El super es el más cercano a la lavanda.
Su aceite esencial es un excelente descontracturante muscular al mismo tiempo que anti-inflamatorio es perfecto para los calambres y dolores de crecimiento.
Alivia los músculos después del deporte y nos ayuda a atenuar las migrañas.
Algo anti infeccioso aunque menos que la lavanda, es también relajante y tiene una interesante acción sobre el stress.
Sobre nuestra piel es cicatrizante y regenerante cutáneo al mismo tiempo que perfecto para alejar piojos, pulgas y polillas.
No suele faltar nunca en mi colada unido al vinagre como suavizante, de aroma similar aunque mucho más asequible que la lavanda.
Para prevenir los piojos os recomiendo 1-2 gotas en la nuca del niño o cuello de su camisa antes de salir para el cole y al mismo tiempo 25 gotas en 200ml de champú neutro con 3ml de aceite vegetal de neem.
A tener en cuenta que es un aceite esencial que evitaremos en embarazadas y bebés.
Pronto os hablo de la particularidad de cada uno de sus clones y sobre el uso de su hidrolato. ¿Qué receta os interesa aprender?
Y tú? Has tenido oportunidad de disfrutar de las muchas bondades que nos trae el lavandín? Te apetece descubrirlas? Te leo?