(Mentha citrata)
Existen diferentes tipos de menta, y se han llegado a reconocer hasta 25 variedades diferentes.
En aromaterapia con las que más familiarizados estamos son la menta piperita, la menta de campo y la hierbabuena.
Esta menta que os traigo hoy es una gran desconocida y posee un alto valor terapéutico, además de ser de las pocas mentas que son aptas para todo tipo de públicos.
Su aroma es singular para una menta y recuerda ligeramente a la lavanda ya que comparten numerosos componentes en su perfil bioquímico, es por ello que será un aceite muy indicado para equilibrar nuestro sistema nervioso.
Un aceite muy interesante para ayudar con los estados de agotamiento tanto en lo físico como en la parte mental.
Su aroma con chispa tiene toque alimonado y nos trae ligereza, un perfecto aliado para recuperar nuestro entusiasmo en calma, para disfrutar del tiempo de descanso y poder desconectar para conectar con aquello que nos hace bien, salir de ese síndrome de desgaste profesional tan propio de estas fechas en que llegan las vacaciones.
En la parte física es interesante para aliviar la tensión muscular propia del estrés, estimula las funciones ováricas, es tónico digestivo y revitaliza.
Igualmente es una esencia que disuelve bloqueos en el tercer chakra y nos ayuda a focalizar en nuestros verdaderos objetivos.
Yo en estos días de calor disfruto mucho de este aceite tanto en el difusor que me encanta unirlo con el geranio y el limón, como en mis muñecas o loción corporal, os invito a descubrir esta menta singular, porque es un verdadero tesoro aromático. Os leo!