Una de las maneras de descubrir y comenzar a disfrutar de los beneficios de los aceites esenciales es a través del cuidado de nuestra piel.
Para mí el primer acercamiento a los aceite esenciales fue descubriendo que se utilizan en la cosmética natural junto con los aceites vegetales, ceras y cremas naturales y buscando nutrir mi piel de « cocodrilo » tan habitual en esta época de año, y se fue convirtiendo poco a poco, en un paso básico de mi cuidado diario.
Al fin y al cabo la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y es importante cuidarla bien, ya que regula nuestra temperatura, nos protege de los rayos solares, de microorganismos, participa con nuestro sistema inmunitario e interviene en procesos metabólicos, entre muchos otros.
Muchos de los productos que nos aplicamos pueden penetrar a las distintas capas de nuestra piel y encontramos con mayor asiduidad reacciones alérgicas y pieles atópicas. El estrés también repercute en la salud de nuestra piel.
Por tanto, los aceites vegetales y esenciales nos traen una efectiva alternativa de tratamientos cosméticos, que podemos realizar nosotros mismo.
Una manera natural y efectiva de cuidarnos, con materias primas de primera y principios activos naturales y biológicos, al mismo tiempo que somos respetuosos con el medioambiente.
Nos ayudarán a cuidar la luminosidad y nutrición facial y corporal, regenerar tejidos, a combatir la celulitis, prevenir las estrías, tratar distintas afecciones dermatológicas y diferentes estados de piel, al mismo tiempo que cuidamos de nuestro entorno.
¿Y tú, ya los has probado?
La sabiduría de la naturaleza en tu piel.
Picture: Maravillosa ilustración de @maya_hanisch