(Copaifera officinalis)
Obtenemos su aceite recolectando la oleoresina de la corteza de este árbol procedente principalmente de América latina.
También llamado Bálsamo de copahú o bálsamo del amazona.
Su aroma tiene un toque a madera y matices especiados. Es sin duda el aceite a tener en cuenta para casos de dolor muscular o articular, artrosis, reumatismo o inclusive ante una tendinitis o un esguince, ya que tiene relevantes propiedades antiinflamatorias y antálgicas.
A tener en cuenta también a nivel cútaneo ya que es cicatrizante al mismo tiempo que antiséptico por lo que es un gran tónico y purificante en nuestra piel.
Sin olvidar mencionar su interesante acción sobre las infecciones de orina y y vías respiratorias y su acción inmunomoduladora.
Resulta también muy apropiado para los deportistas antes y después del esfuerzo.
A nivel olfativo estimula nuestra creatividad.
Para dolores lumbares es muy interesante unirlo al aceite esencial de eucalipto azúl en una base de aceite vegetal.