De la familia de las mentas, este aroma, muy valorado en perfumería y reconocido como insignia de libertad y sensualidad del movimiento hippie de los años 60, nos trae interesantes propiedades con una bioquímica única muy característica.
Es un interesante descongestionante tanto venoso como linfático, indicado en caso de hemorroides, varices o piernas cansadas. Anti-inflamatorio, anti-infeccioso, a la vez que repelente de insectos.
A nivel cutáneo es un excelente cicatrizante a la vez que regenera el tejido cutáneo. Yo elijo utilizarlo en mi sinergia corporal para prevenir estrías o tratarlas justo en sus inicios y me ha dado excelentes resultados para tratar eczémas unido al aceites vegetal de comino negro.
Interesante en los cuidados del cabello graso y para tratar la caspa.
Es un tónico general y reputada por estimular el deseo. Nos permite despertar la sensualidad y la fantasía en nosotros. En cualquier caso no te dejará indiferente.
En la parte psicoemocional tiene la propiedad de reafirmarnos y devolvernos a nuestro centro. Indicada para aquellas personas que buscan superar sus propios límites. Nos invita a profundizar en nuestras sombras con el fin de transformarlas y conectar con la alegría de vivir.
A tener en cuenta que no se recomienda en personas con cáncer hormono-dependientes.
¿Has tenido ocasión de sentir este aroma tan especial? Qué te ha regalado? Te leo!?