«hormonlike» (como una hormona) – este anglicismo nos indica que algunas moléculas se comportan o producen el mismo efecto en el organismo que algunas hormonas que nuestro organismo produce de manera natural.
Su acción se explica debido al parecido bioquímico con algunas moléculas orgánicas de nuestras hormonas naturales.
Es por esta razón que el uso prolongado de estos aceites esenciales está contraindicado en el caso de personas que hayan sufrido un cáncer hormonodependiente.
Entre estos aceites esenciales encontramos la salvia sclarea y oficinal, el ciprés, los hinojos, los cedros, el anís verde y estrellado y el pachuli, entre otros.
Sin embargo entre estos aceites NO encontramos el árbol de té (melaeuca alternifolia) y la lavanda (lavandula angustifolia).
En estos días han llegado a mí varias personas con la idea de no poder usar el aceite esencial de lavanda ni el de árbol de té debido a la creencia sobre una acción estrogénica en ellos.
Dicha información No es correcta, no hay ningún estudio que respalde información a este respecto hasta la fecha.
Un estudio del año 2007 sobre el caso de 3 niños que sufrieron ginecomastia (crecimiento de las glándulas mamarias en hombres) como consecuencia del uso de estos aceites, ha sido refutado en numerosas ocasiones sin encontrar evidencia alguna al respecto, respaldado por numerosos expertos internacionales entre ellos Robert Tisserand, autor del libro «Essential Oils Safety» estudio sobre la toxicidad de los aceites esenciales, guía de referencia de todos los aromatólogos profesionales y a nivel nacional por nuestra querida @flor_esser_by_antonia_jover que también ha escrito sobre ello, y que os invito a leer.
Os invito también a seguir disfrutando de las muchas virtudes que nos traen la lavanda y el árbol de té, que os sigo descubriendo en mis talleres y por aquí, aún cuando hayáis pasado por una experiencia de este tipo.
Mi reconocimiento y admiración para todas y cada una de vosotras, y en especial a las que me habéis permitido acompañaros. ????????????