Cada vez los casos de asma son más frecuentes inclusive en los más pequeños. A menudo se encuadra dentro del terreno atopico que se caracteriza por fragilidad de epitelios relacionados con los pulmones, la piel o el sistema digestivo.
Para ayudar al asma con los aceites esenciales si bien hay que tener en cuenta la volatilidad de las moléculas y evitar algunos aceites concretos como la menta piperita, el eucalipto globulus, y el romero cineol y ser prudente con aquellos ricos en 1,8 cineol como el ravintsara, Niaulí o mirto verde.
Sin embargo hay otros aceites esenciales que si nos pueden ser de gran ayuda, disminuyendo el nivel inflamatorio de la mucosa pulmonar, relajando los bronquios y mejorando la capacidad respiratoria de manera significativa. Entre ellos se encuentran la biznaga(khella), el helicriso de Madagascar (no confundir con la siempreviva), el Hysopo, el Katrafay, el Petitgrain y la Manzanilla romana.
Este acercamiento aromático no sustituye en ningún caso el seguimiento médico del caso pero sí asociados a los tratamientos de fondo y de crisis permiten mejorar la eficacia de los tratamientos, disminuye la hiperactividad de los bronquios y aumenta la vitalidad y la inmunidad de la persona asmática.
Me preguntáis a menudo sobre si la difusión es conveniente para las personas asmáticas, deciros que la difusión está contraindicada para el asma alérgico y a evitar en la mayoría de casos o en su defecto utilizar la difusión en seco en periodos cortos.
En este caso lo más indicado es utilizar los aceites esenciales por vía tópica o inclusive en supositorios aromáticos realizados por un especialista.
¿ y a ti, qué te ha ayudado en el tratamiento del asma?